La decisión de adquirir un animal de compañía debe tomarse de manera meditada y hay que plantearse varias preguntas:
¿Quiero asumir este compromiso?
Es un compromiso a largo plazo. Los perros pueden llegar a vivir 17 años. Y los gatos, unos 20.
¿Dónde vivirá el animal?
¿Dispongo del espacio para poder acogerlo? No es lo mismo un gato que un perro grande.
¿Dispongo cada día de tiempo para sacarlo a pasear?
Se les debe dedicar tiempo diario. Para jugar, para educarlos, hay que darles atención, pasearlos en el caso de los perros. Tener cuidado de una mascota no son cinco minutos al día.
¿Qué haré durante los fines de semana? ¿Y durante las vacaciones?
A partir del momento en que se acoge un animal hay que pensar siempre quién lo cuidará si no estamos presentes. Hay una red de cuidadores profesionales que se hacen cargo con coste económico, o hay que valorar si hay alguna persona cercana que pueda cuidar en nuestra ausencia. Valora si tienes que viajar mucho tiempo y te podrás hacer cargo.
¿Todos los que convivirán con él están de acuerdo?
Tener una mascota es una decisión familiar. Es necesario que todo el mundo que viva con la mascota esté de acuerdo, y se tendrán en cuenta las necesidades especiales de cada persona, especialmente en el caso de personas con alergias, bebés, personas con movilidad reducida ... Y también es importante si hay otras mascotas en la casa.
¿Sus ruidos o sus olores pueden molestar la vecindad?
Los animales conviven en sociedad, hay que tenerlo presente. Además, hay que tener paciencia. La convivencia no siempre es fácil. Los animales pueden romper cosas delicadas, ladrar o maullar en exceso, hacer sus necesidades por la casa, dejan pelo por todas ...
¿Puedo hacerme cargo de los gastos que conllevará?
Hay que asumir los gastos que generan: poner el microchip, vacunas, desparasitar, accesorios (transportín, cama, collar, arnés, seguro, rascadores), controles veterinarios, peluquería, tasas municipales, responsabilidad por los posibles daños que pueda ocasionar ...
Un animal de compañía no es un juguete, hay que tener en cuenta que supone aceptar unas responsabilidades y gastos económicos. Cuando hayas decidido que las puedes asumir, te recomendamos visitar un centro de acogida antes de decidirte por un animal u otro.