- Aléjate en dirección opuesta al fuego.
- Moja un pañuelo y tápate la cara para evitar el humo.
- Evita las pendientes y los valles estrechos y no te refugies dentro de pozos ni cuevas porque el oxígeno se puede acabar rápidamente.
- Si estás cerca del mar o de un río, acércate al agua y, si es necesario, métete dentro.