Cuando se produce un accidente de tráfico, hay que seguir una serie de pautas para resolver la situación. Para empezar, hay que mantener la calma y acto seguido hacer lo siguiente:
Estacionar
Hay que parar el coche fuera de la carretera, en un lugar donde no entorpezca el tráfico para así evitar nuevos accidentes.
Señalizar
Hay que colocar el triángulo de preseñalización de peligro a 50 metros de distancia como mínimo y hay que vestir siempre el chaleco reflectante reglamentario al andar por la calzada.
Inspeccionar
Hay que extraer la llave de contacto del coche accidentado y poner el freno de mano. Antes de hacerlo hay que comprobar si existe algún riesgo añadido, como derramamientos de líquidos de algún depósito que puedan prender.
Tranquilizar
Hay que mantener la calma y alejar a los curiosos que puedan acercarse. Cuando sea posible, conviene hablar con los heridos para ver cómo se encuentran.
Notificar
Hay que llamar a los servicios de emergencia (teléfono 112) a través de un teléfono móvil o de un poste SOS para notificarles la localización exacta del accidente y el estado de los heridos.
Socorrer
Sólo en caso de que se tengan conocimientos médicos. Si no es así, lo mejor limitarse a colocar pañuelos o apósitos sobre las heridas para evitar que sangren. En ningún caso hay que dar agua o alimentos a los heridos, y sólo hay que moverlos si el coche está a punto de incendiarse o despeñarse. Nunca debe quitarse el casco a los motoristas.